28 de septiembre de 2022 In Derecho

Ley de la cadena alimentaria

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El pasado mes de diciembre, el Congreso de los Diputados aprobó la reforma de la ley de la cadena alimentaria. Con este hecho se pretende lograr una relación mucho más justa entre los ganaderos, agricultores, la industria y la distribución.

En Vegas Legal os contamos qué significa esta ley, los cambios que supone y otros aspectos importantes.

¿Qué es la ley de la cadena alimentaria?

La ley de la cadena alimentaria es la ley fundamental dentro del sector alimentario. El eje central que regula las relaciones comerciales en este ámbito: desde un pequeño productor, hasta el mayor servicio de distribución.

Arias Cañete, quien estaba al frente de la cartera de Agricultura en el año 2013, aprobó por aquel entonces la primera ley de la cadena alimentaria. La reforma llevada a cabo ahora y publicada en el BOE el 15 de diciembre, es una modificación de ese texto.

Esta mantiene los elementos esenciales de 2013, pero transcribe los compromisos alcanzados entre el sector y el Ministerio tras las manifestaciones de ganaderos y agricultores en 2019. También traslada las exigencias comunitarias de la directiva europea sobre los ejercicios comerciales desleales.

España ya era un país pionero en la regulación de las actividades comerciales dentro del territorio de la Unión Europea. Ahora, con esta reforma, nuestra legislación se ve optimizada en la cuestión de contratación alimentaria.

Venta de plantas

¿Qué supone la ley de la cadena alimentaria?

Esta ley y, sobre todo, su reforma, abarca muchos factores importantes.

Prohibición de la venta a pérdidas

Esta es la espina dorsal de la reforma, aunque ya había sido introducida en el año 2020.

Significa que queda prohibido vender por debajo del coste del producto y cobrar menos de lo que se ha pagado por producción.

Cada participante de la cadena tendrá que pagar a su antecesor en el proceso un precio igual o mayor al coste de producción del género en que haya incurrido dicho antecesor. De esta forma se logra evitar la destrucción del valor de la cadena alimentaria.

Ampliación del ámbito de aplicación

En primer lugar, se amplía su ámbito de aplicación, acogiendo también a pymes.

Además, también protege las relaciones entre un proveedor y un comprador cuando un perfil se encuentra en España y el otro en un estado miembro de la UE.

Por último, incluye las relaciones entre mayoristas.

Regulación de contratos

Se intentará garantizar la transparencia comercial en todo momento. Para ello, entre otras medidas:

  • Habrá contratos regulados entre todos los contribuyentes de la cadena. Estos serán firmados por todas las partes y se reflejarán los costes que deberán afrontar.
  • Los contratos se registrarán en una plataforma digital dirigida por el Ministerio de Agricultura.
  • Se presenta la figura del mediador para que actúe en situaciones en las que haya desacuerdo entre vendedor y comprador.

Como matiz, hay que especificar que la ley de la cadena alimentaria fija la formalización del contrato escrito en las operaciones comerciales, salvo aquellas con pago al contado o de precio inferior al que señala la norma de lucha contra el fraude. En la actualidad este precio son 1000 euros.

Venta de hortalizas

Índices de precios y costes de producción

Dentro del texto no se establecen los precios de los productos. No obstante, sí señala que se realizarán, publicarán y actualizarán de manera periódica unos índices de precios y costes de la producción.

Para ello, se emplearán criterios reglamentariamente determinados, transparentes y objetivos.

Papel de la AICA reforzado

Esta ley refuerza el papel de la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios), dependiente del Ministerio de Agricultura.

La AICA se encarga de controlar el cumplimiento de la norma. Aun así, cada comunidad autónoma puede designar sus propios órganos para supervisar, estudiar e interponer denuncias si no se cumple.

Suma nuevas prácticas consideradas abusivas y endurece sus sanciones

Ley 16/2021, de 14 de diciembre, por la que se modifica la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, amplifica las prácticas que son consideradas abusivas, así como sus sanciones. Por ejemplo:

  • Modificación unilateral de los términos de un contrato.
  • Exigencia de pagos no vinculados a la venta.
  • Divulgación de secretos empresariales.

Entre otros.

En cuanto a las sanciones, las más leves serán de 250 euros. Las más graves pueden alcanzar el millón de euros. Además, se permite que dichas sanciones se hagan públicas.

Productos de la tierra

Más productos agrarios no alimentarios

La reforma de la ley incluye más productos agrarios no alimentarios, como pueden ser:

  • El cáñamo.
  • El corcho natural.
  • Tabaco en rama.
  • El lino en bruto.
  • Los productos de floricultura.

Tareas pendientes de la ley

A pesar de haber llevado a cabo una reforma muy completa, el propio ministro Luis Planas comentó que con ella, y por sí misma, no se van a resolver todos los problemas del sector.

No obstante, sí es la herramienta prioritaria para lograr unas relaciones comerciales beneficiosas para los implicados.

Para eso será necesario que los mismos implicados confíen en la ley como un instrumento útil para introducir una renovada cultura de la cooperación dentro de la cadena alimentaria. De esa forma, se logrará cambiar la confrontación por una concertación de intereses.

Aun así, algunos expertos encuentran varios puntos a criticar en esta ley:

  • Excesiva intervención del Estado.
  • Mucha burocracia.
  • Dificultad para fijar un índice de costes de producción.
  • Dificultad para competir con países no pertenecientes a la UE. Estos no cuentan con esta regulación. Por lo tanto, podrían establecer precios inferiores.
Cadena Alimentaria Leche

¿Cómo afecta la ley de la cadena alimentaria a los consumidores?

La norma no incluye al consumidor, pues esta termina su ámbito de aplicación en el distribuidor. Sin embargo, en palabras de los expertos, esta ley acabará afectando también al consumidor, pues la relación es directa.

Con su estricta aplicación, todo apunta a que el comprador acabará pagando más. Es la lógica de la cadena: la parte distributiva tiene que adquirir por encima del coste de producción. Por ende, venderá más caro.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se ha mostrado satisfecha con la reforma. Con todo, también señalan que esta es una práctica que beneficia a unas partes y puede perjudicar a otras. En este caso al consumidor, de no introducirse elementos correctores.

A pesar de eso, los expertos también aclaran que lo que acabe pagando el consumidor en el supermercado no estará solamente determinado por la aplicación de esta ley. Habrá que analizar la realidad dentro del contexto de la subida de precios actual.

Como hemos visto, la modificación de la ley de la cadena alimentaria supone una mejora en el equilibrio de esa cadena. También un reparto justo del valor que se genera dentro de la misma.

Además, ayudará al futuro de la actividad agroalimentaria y refuerza la capacidad negociadora de los productores. Con ello, estos lograrán una remuneración digna por su trabajo.

Si eres miembro del sector ganadero o agrícola y se te presentan dudas sobre lo que significa esta reforma, no dudes en consultar con nuestros asesores profesionales que puedan solventarlas.


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